Noticias Asociación
10 mar 2025
En este nuevo encuentro de familias hemos podido disfrutar de la presencia del padre José Granados, DCJM, que nos ha hablado del Sacramento del matrimonio ayudándose del recurso del arte para su profundización. Ha sido un fin de semana en el que en las conversaciones y el ambiente se notaban las ganas de conocer más a fondo la grandeza de este precioso sacramento al que algunos estamos llamados y las ganas de llevarlo a los demás.
En la formación recorrimos el matrimonio a través de la Biblia. Aprendimos cómo en el origen Dios crea al hombre a su imagen y semejanza y cómo está llamado a la relación y la comunión, es decir, está llamado al amor. El hombre y la mujer se hacen imagen de Dios en la medida en que se aman. La unión hombre-mujer representa la unión de Dios con su pueblo con el que establece una relación de alianza. Vimos cómo los profetas ya simbolizaban y vivían en su propio cuerpo esta alianza. Jesucristo renueva el sacramento y nos da su medida para vivirlo. Ahora, la unión hombre-mujer representa la unión Cristo-Iglesia, por la cual Cristo dio la vida en la Cruz.
Pudimos profundizar en la relación entre Eucaristía y matrimonio, la importancia de nuestra corporalidad para amar y, en los bienes, fines y dones del matrimonio, explicados por los Padres de la Iglesia y los santos. El domingo vimos la arquitectura del matrimonio fundamentada en su indisolubilidad, exclusividad y fecundidad. Terminamos con la liturgia del sacramento, la importancia del consentimiento y de su consumación en la unión conyugal.
Es indispensable pasar por la oración todo lo que en el día recibimos, por eso es tan especial y necesaria la Hora Santa frente al Santísimo, donde lo aprendido pasa por nuestro corazón. Nosotros además pudimos disfrutar de la tertulia de por la noche en la que compartimos con el padre José Granados y el padre Juan de Dios algunas dudas y aplicaciones prácticas del matrimonio en nuestros ambientes y de cómo llevar este regalo que hemos recibido a los demás.

Agradecemos a los monitores su cuidado y dedicación a los niños, ¡sus catequesis por las mañanas son geniales! Nos parece entrañable la misa del domingo, que, aunque exige un esfuerzo extra de concentración, nos muestra esa vida familiar sacrificada y plena.
Gracias a los sacerdotes que nos han acompañado. También gracias a Almudena y David por encargaros hasta ahora de estos encuentros. Rezamos por los que cogen el relevo para que su entrega se vea recompensada.
¡Nos vemos en el próximo encuentro!
Alejandro y Esther