Tesinas
1 feb 2017
El amor siempre es buena noticia. Y de modo principal en su referencia y vínculo a la Buena Nueva venida del Padre, el Señor Jesucristo. Con su mutuo amor, el hombre y la mujer a lo largo de la historia dan respuesta al proyecto original de Dios, continúan la Creación y dilatan por los siglos la presencia amorosa de Dios hecha carne en Jesucristo. Él es el Sí a todas las promesas de Dios. Y en Él encuentra sentido, alimento y plenitud la promesa de amor que nace del encuentro amoroso entre hombre y mujer.
Este trabajo se pregunta por la promesa esponsal y sobre todo por su posibilidad hoy. No obstante, partimos de una seguridad hallada en el mismo Cristo. Dice Gaudium et Spes en su número 22: En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. En Él sabemos y vivimos nuestra plenitud y realización, temporal y escatológica. Desde la antropología adecuada, desde la verdad de la identidad y dignidad del ser humano, nos remontaremos hasta el origen en la voluntad creadora del Padre.